jueves, 18 de enero de 2007

Silencio

Bajo el volumen.

El ruido del tren es apenas perceptible.

Lo vuelvo a subir.

Siempre me han gustado las risas de niños.

De nuevo tengo que bajarlo.

Las palabras sin contenido, vacías y huecas nunca las he podido soportar.

El silencio.

Nunca permanente, pero sí cada vez más presente.

La soledad de mis pensamientos,

rodeada de gente pero sin oír a nadie.

Sólo silencio.

Subo el volumen, las voces han ido apagándose.

Salgo a la calle.

El ruido de los coches, de las obras me ensordece…

Vuelvo a buscar el silencio…

Sólo silencio,

otra vez.



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1 comentario:

Mathieu Saladin dijo...

El silencio puede ser el mejor lugar del mundo, siempre y cuando sepas que puedes volver a gritar.