miércoles, 14 de febrero de 2007

San Valentín

Agazapado tras la ventana puedo verte entre las cortinas de tu salón. No estás sola, no es una sorpresa, sales desde hace tiempo con otra persona que no soy yo. Seguramente ni te acuerdas de mi nombre más que para hacer referencia a algún viaje o lugar y poco más. Pero yo vuelvo a estar aquí, como cada 14 de febrero, visitándote.

Estáis cenando, no una cena romántica con velas, sino una cena normal, un plato de pasta y un par de cervezas y os reíais. Recuero que cuando lo celebrábamos juntos siempre me esmeraba en sorprenderte con un plato nuevo cada año, te compraba las rosas más rojas de la floristería e iluminaba de velas mi casa.

Ahora veo que no lo sigues haciendo igual. Tal vez no estaba demasiado atento a lo que de verdad querías y es esto, una cena informal, lo que necesitabas ese día, nuestro día, el día de los enamorados.

Todavía puedo escuchar como me gritaste hace dos años cuando me viste merodeando por tu casa. Que si estaba loco, que ibas a llamar a la policía. Sólo porque te llevaba un ramo de flores, esta vez blancas en señal de paz. Pero te lo tomaste muy mal.

Decidí no volver a hacerte ningún regalo, ahora me conformo con espiarte en el salón. Él se ha levantado y está recogiendo los platos, veo que sigues eligiendo a hombres que ayuden en las tareas domésticas. Te deja sola en el salón y tú te tumbas en el sofá y te acurrucas con una manta mientras, imagino, él se encarga de fregar.

Sigues igual de guapa que siempre, creo que incluso más, porque cuando estabas conmigo los ojos no te brillan como te brillan ahora, tal vez porque, como me dijiste cuando me dejaste, no habías sido nunca feliz conmigo.

Tu nuevo chico tarda demasiado, a lo mejor te sientes sola ahí tumbada, mientras los ojos se te van cerrando para soñar en lo que pasará ahora. Sólo de pensarlo a mí se me ponen los pelos de punta, pensar que él te va a tocar, que te va a besar, que te va a tener…creo que es mejor que no lo piense…pero ya no puedo evitarlo. No puedo consentirlo. Yo sigo aquí, mirándote a través de las cortinas y él ahora te ha dejado sola, yo nunca lo haría, no se lo merece, no se merece poder sentir tu piel y tu aliento mientras yo me muero de frío aquí en la calle, solo.

Me estoy empezando a sentir mal. Tengo miedo, pero también muchas ganas de besarte de nuevo. El año pasado fui capaz de controlarme, porque estabas sola, y vi como te metías sin compañía en tu cama. Pero hoy el final de la noche no será así y creo que no seré capaz de soportarlo.

Me cambio de ventana, ahora miro a su cuarto. Sé que sueles dejar un poco abierta la ventana para que no se cargue el ambiente. La abro del todo y entro. Ahora sólo tengo que esperar…de esta noche no pasa, o mía o de ninguno.



Creative Commons License
Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.

3 comentarios:

Placiplóstilus dijo...

Va siendo hora de denunciar a ese tío, antes de que ocurra algo peor...

Ójala desaparecieran ese tipo de personas...

Cvalda dijo...

...Precioso a la par que odioso...

Mathieu Saladin dijo...

uy que voyeurista... seguro que tiene un blog