La infancia

El sábado fui al teatro. Como siempre la magia del actor en escena me cautivó, pero sobre todo me emocionó la historia, las risas, las lágrimas, la ternura, los recuerdos, todos los sentimientos que tuve en una hora y media viendo a un actor que lo dio todo en el escenario.

Mis recuerdos fueron los recuerdos de una sala abarrotada de público que aplaudía al unísono y cantó a voces la canción de los Mosqueperros, que jugó a Tigres y Leones y que se quedó sin palabras al escuchar un cuento de niños para adultos.

"Espinete no existe", altamente recomendable para quienes quieran echar la vista atrás y reírse a carcajadas.